La competencia a nivel comercial entre Estados Unidos y China no es nada nuevo. Sin embargo, en los últimos meses esta se ha ido acrecentando hacia niveles nunca antes vistos.

Esto podría desencadenar una noticia mala para los fanáticos de las consolas de Sony, puesto que de continuar estas tensiones, el precio de venta al público de la PS4 y la próxima a salir PS5, podría llegar a ser considerablemente más alto. Salvo que se llegue a un acuerdo pacífico entre ambas potencias próximamente.

Esto se debe a al tema de los costes de exportación internacional de los productos de tecnología, en este caso consolas. Lo cual ha sido corroborado por información proveniente de The Wall Street Journal.

Cabe destacar que esto también afectaría el precio de los teléfonos inteligentes. La propia Sony ha actuado como portavoz advirtiendo las posibles consecuencias irreversibles ante la tensión política.

De no hallarse una solución al conflicto, confirmaron que los precios de sus consolas aumentarán.

De hecho, no ha sido sólo Sony la encarga de hablar de este tema. Ya que tanto Nintendo como Microsoft enviaron una carta al Representante Comercial de Estados Unidos, donde ambas compañías expresaban su inconformidad con las nuevas imposiciones arancelarias a los productos chinos, lo que afecta directamente al sustento de múltiples puestos de trabajos, innovación e impacta a los consumidores al obligar a ofrecer sus productos a un precio superior.

Los tres gigantes de las consolas ven peligrosa la tensión actual. Ante esta situación, las medidas que podrían manejarse son múltiples. En primer lugar podrían optar por reducir el volumen de venta, es decir, despachar menos unidades. Sin embargo, esto implicaría a su vez una menor facturación, lo que se traduce en una reducción obligatoria de la cantidad de empleados.

Cabe mencionar que ha sido Sony la empresa pionera en advertir sobre este aspecto. Por otra parte, en caso de que llegue a concretarse la llamada «tarifa Trump», se aumentaría hasta en un 25% los precios en Norteamérica.

Si bien en EE UU no existen cargas fiscales como el IVA para los consumidores, esto es algo que se aplica a manera general en la Unión Europea.

Aunque claro, esto no implica que Estados Unidos se encuentre exento de pagar impuestos arancelarios cuando se trata de importar productos de origen extranjero.

Lo que parece bastante claro en el panorama actual es que, la tensión política y social entre China y Estados Unidos, que se debe a múltiples motivos, tendrá un impacto significativo en la economía en mayor o menor medida.

Sony ya confirmó que no planea sobrellevar los costes de los aranceles, de manera que la gigante tecnológica se encuentra barajando diversas opciones.

Por un lado se contempla la posibilidad de que sea trasladada la producción a otra nación, pero esto acarrearía una completa reestructuración de la estrategia de comunicación y comercial.

O claro, mantener todo como hasta ahora pero aumentar los precios de manera que sea el consumidor el que se encargue de sobrellevar el efecto arancelario.